Hace dos años, Pedro Alonso junto a otros tres colegas escribió una carta a Anthony Fauci, director de los Institutos Nacionales de Enfermedades Infecciosas de EEUU (NIAID). En ella le pedía una 'segunda oportunidad' para una nueva vacuna contra la malaria cuyos primeros resultados habían sido desalentadores. Fauci debió escuchar al científico español, porque esa nueva vacuna acaba de reaparecer por la puerta grande en las páginas de la revista 'Science'.
De momento se trata sólo de un estudio en fase I, con 50 voluntarios sanos (adultos estadounidenses), muy lejos de las condiciones reales de la malaria en la mayoría de países africanos, donde sigue matando a unas 2.000 personas al día. Sin embargo, las conclusiones obtenidas en este trabajo demuestran que la terapia es 100% eficaz en las dosis más altas y le permiten al menos seguir demostrando su utilidad en nuevos ensayos clínicos.
La terapia funciona inyectando por vía intravenosa esporozoitos atenuados; es decir, una versión 'light' del parásito que causa la malaria. Esos esporozoitos se alojan en el hígado y cuando el sujeto vacunado es infectado realmente por la malaria activa, su organismo pone en marcha una respuesta inmune suficientemente potente para protegerle de desarrollar la enfermedad. Un mecanismo de actuación muy diferente al de RTS,S/AS01, la vacuna diseñada por Alonso en colaboración con los laboratorios GSK y hasta ahora considerada la más avanzada, pese a quesus niveles de protección han ido descendiendo con el tiempo. Lea más