Nuestra concepción de cómo vivir la sexualidad radica en la educación que recibimos y, en ocasiones, es la raíz de problemas como la falta de deseo, la disfunción eréctil, la eyaculación precoz o el miedo a relacionarnos con otras personas.
Así lo asegura Fernando Huerta Moreno, psicólogo clínico, coach y formador de la Clínica Humane, donde se tratan las “incapacidades del sexo” a través de diferentes terapias.
“En el hombre es una cuestión de exigencia, se le enseña a que lleve la relación sexual, que siempre mantenga una erección y eso le genera presión. En el caso de la mujer, es una cuestión de inhibición, a ellas se les enseña a no disfrutar porque es malo”, explica el asesor sexual.
Las principales razones para tener una incapacidad sexual son:
- Prejuicios adquiridos por la educación.
- Factores de personalidad (como ser obsesivo o inseguro).
- Una mala experiencia (como el abuso sexual).
La buena noticia es que todo tiene solución a través de sesiones en las que se trabaja en lo teórico, llevando de la mano al paciente hasta que se sienta seguro para la práctica.
“Les enseñamos técnica y estrategia que después, cuando se sienten lo suficientemente seguros, tienen que poner en funcionamiento”, detalla el psicólogo.