Estar encerrado en una unidad clínica durante una temporada y expuesto al virus de la gripe probablemente no sea la idea de las mejores vacaciones que uno pueda imaginarse. Pero 41 voluntarios acaban de hacer eso exactamente en una versión médica del programa televisivo Gran Hermano, en el que los concursantes conviven encerrados en una casa bajo la constante vigilancia de las cámaras, para ayudar a averiguar más sobre cómo se transmite la gripe entre las personas.
"Es extraordinario que no se haya hecho antes", dice Jonathan Van-Tam, profesor de la Escuela de Ciencias Comunitarias de la Salud de la Universidad de Nottingham, en Reino Unido. Van-Tam lidera esta prueba, que forma parte de un estudio que cuesta alrededor de US$11 millones.
"Para decirlo crudamente, estamos interesados en saber si son las partes más grandes de lo que uno expulsa cuando tose o estornuda –las llamamos 'gotitas grandes'– o las más pequeñas, a las que nos referimos como aerosoles", explicó Van-Tam a la BBC. Ver más detalles