¿Que es la menupausia masculina?



La andropausia, climaterio masculino o menopausia masculina, llamados así por su paralelismo con el proceso de involución hormonal femenina omenopausia real, es un proceso por el cual disminuyen progresivamente en el hombre de cierta edad no sólo la capacidad sexual sino otras múltiples funciones orgánicas, como resultado de la reducción paulatina de los niveles de testosterona en sangre.

A pesar de todo, no existe realmente paralelismo con el proceso femenino, puesto que en el hombre el declive hormonal que sucede hacia los 50-55 años de edad no es brusco sino lento y progresivo, por lo que preferimos denominarlo hipogonadismo de inicio tardío (HIT) o, sobre todo, síndrome de déficit de testosterona (SDT).

Otra peculiaridad de este proceso involutivo masculino es que no suele ser total. A diferencia de la mujer, que tras la menopausia ya no puede tener descendencia, el hombre conserva en ocasiones una razonable función sexual y reproductiva a edades bien avanzadas, como sabemos por lo sucedido a algunos personajes conocidos del panorama social.
 
Las causas
La causa del SDT es un déficit de la testosterona circulante o biodisponible en sangre del hombre que sucede ya a partir de los 30-40 años de edad y que todavía se acentúa más por el aumento paulatino en sangre con la edad de la SHBG (globulina transportadora de las hormonas sexuales), que atrapa parte de la testosterona, a la que no permite actuar en los receptores diana periféricos, donde tiene que cumplir su misión.
Además, existen unos factores predisponentes, que aceleran la aparición del síndrome e incrementan ostensiblemente los síntomas:
  • Factores hereditarios
  • Obesidad
  • Enfermedades cardiovasculares en general
  • La Diabetes Mellitus
  • Los abusos de alcohol, de tabaco o de drogas
  • Enfermedades tiroideas
  • Estrés físico y psicológico
    ¿Qué síntomas tiene?
    Sólo un 30-35% de los hombres de alrededor de los 50 años sufren descensos hormonales suficientemente bruscos como para padecer la sintomatología florida del SDT. De todas formas, es interesante enumerar todos los síntomas ya que, aunque parezca largo y enojoso, al conocerlos podemos detectar el proceso con relativa facilidad, siempre que se presenten sin otra causa plenamente justificada.
    La sintomatología habitual del SDT es muy variada y afecta a múltiples órganos y sistemas del hombre. Pueden aparecer síntomas físicos como:
    • Dificultad para alcanzar y mantener la erección
    • Disminución de la fuerza y del volumen eyaculatorios
    • Pérdida del vello genital
    • Caída de cabello y encanecimiento del mismo
    • Crecimiento del vello de las cejas y de las fosas nasales
    • Pérdida de masa muscular
    • Cansancio o fatiga habituales
    • Dolores musculares
    • Osteoporosis
    • Aumento de la sequedad y de las arrugas de la piel
    • Disminución de la capacidad visual y auditiva
    • Sudoración y escalofríos
    • Aparición de manos y pies fríos
    • Estreñimiento
    También son muy frecuentes síntomas de tipo anímico o psicológicos asociados, como:
    • Disminución de la libido o apetito sexual
    • Alteraciones del sueño, sobre todo insomnio
    • Ansiedad, angustia o nerviosismo
    • Ganas de llorar
    • Irritabilidad extrema
    • Depresión
    • Sensación de apatía
    • Astenia, fatiga
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    ¿Cómo se diagnostica?
    Además de los síntomas mencionados, que nos pueden hacer sospechar que un hombre presenta el SDT, tenemos que confirmar los hallazgos clínicos con los hallazgos analíticos en sangre de los niveles de hormonas sexuales. A pesar de que el SDT es antiguo en cuanto a su descripción (hacia 1940), sólo en los últimos años se ha podido diagnosticar con precisión, a partir del momento en que se ha podido determinar la testosterona biodisponible o realmente activa, así como la proteína SHBG (que, como hemos dicho, atrapa testosterona), pues no es suficiente en ningún caso con la clásica determinación de la testosterona total.
    ¿Tiene tratamiento?
    El SDT como tal no tiene cura definitiva por lo que se únicamente se puede instaurar un tratamiento farmacológico hormonal sustitutivo, con carácter paliativo. La testosterona se puede administrar en forma de inyecciones intramusculares, de aplicación periódica trimestral o bien en forma de geles o parches cutáneos. Son más útiles estas últimas formas de presentación, pues permiten una dosificación personalizada y ajustes sencillos de las dosis cuando éstos son precisos.
    El seguimiento del tratamiento se realiza inicialmente con periodicidad trimestral y después semestral, mediante análisis sanguíneos generales y hormonales, que nos permiten ver los resultados del tratamiento prescrito y permiten en su caso un ajuste de las dosis hormonales si no se alcanzan los objetivos previstos.
    Los análisis deben incluir PSA prostático, pues es sabido que en algunos casos el tratamiento hormonal puede adelantar el crecimiento prostático del varón o bien aflorar precozmente (ojo, que no lo provoca) un cáncer prostático que ya estaba previsto desarrollarse tiempo después. En estos casos  suele suspenderse el tratamiento hormonal.
    LA IMPORTANCIA DE LA DETECCIÓN PRECOZ
    La mejora de los factores predisponentes puede prevenir o al menos enlentecer la aparición de los síntomas y disminuir su intensidad, por lo que es fundamental tratarlos precozmente en los hombres que los padecen. Además, una detección y tratamiento precoz de los síntomas del SDT una vez se presenta, facilita una recuperación rápida de la normalidad, al evitar la cronicidad de ciertos síntomas de difícil manipulación posterior.