A medida que más mujeres quedan embarazadas con esperma donado por hombres que conocen, la ley debe establecer qué papel, si lo tienen, deben desempeñar estos hombres en la vida de sus hijos biológicos.
Cuando William Marotta contestó un anuncio del sitio Craigslist buscando un donante de esperma, sólo estaba tratando de ayudar a dos mujeres a formar una familia.
Durante un par de días en 2009, les dio varias donaciones en vasos de plástico y firmó un acuerdo en el que renunciaba a todos sus derechos de paternidad. Y pensó que nunca las volvería a ver.
Pero en octubre recibió una carta alarmante: si bien las mujeres no querían que fuera parte de la vida de la niña, el estado de Kansas, en Estados Unidos, lo demandaba por manutención de menores.
Marotta, de 45 años, descubrió que las mujeres que crían a su hija biológica se habían separado y la madre de la niña, en dificultades financieras, la inscribió en Medicaid, un programa de salud del gobierno para los pobres.
El estado le preguntó por el nombre del padre, y los funcionarios dijeron que era responsable financieramente de los gastos médicos incurridos.
"Claramente obsoleta"
Expertos observan un aumento en el número de disputas legales sobre las relaciones que los donantes de esperma tienen con las familias receptoras en los casos en que se conoce la identidad del donante.
En algunos casos, como el de Marotta, los donantes no quieren ser reconocidos como padres legales. Pero los abogados también observan más casos en que los donantes buscan el contacto con sus hijos biológicos. Continuar leyendo