FLEBITIS SUPERFICIAL


La flebitis superficial (tromboflebitis, flebitis) es la inflamación y coagulación en una vena superficial.
La flebitis se produce en cualquier vena del cuerpo, pero afecta con más frecuencia a las venas de las piernas. Generalmente, la flebitis aparece en personas con varices; sin embargo, no todas las personas que tienen varices desarrollan este trastorno.
Incluso una herida ligera puede provocar la inflamación de una vena. A diferencia de la trombosis de una vena profunda, que causa muy poca inflamación y es indolora, la flebitis superficial implica una reacción inflamatoria repentina (aguda) que hace que el trombo se adhiera firmemente a las paredes de la vena, por lo que la probabilidad de que se desprenda es prácticamente nula. Como las venas superficiales no tienen alrededor músculos que las aprieten y que hagan desprender un trombo, la flebitis superficial raramente causa una embolia.

Síntomas y diagnóstico

Rápidamente se siente sobre la vena un dolor localizado, hinchazón y eritema, y la zona se nota caliente. Debido a que la sangre de la vena está coagulada, ésta se siente como una cuerda dura debajo de la piel, en lugar de blanda como una vena normal o una variz. Esta sensación puede abarcar toda la longitud de la vena. El diagnóstico es generalmente obvio a partir de la exploración de la zona dolorida.

Tratamiento

Por lo general, la flebitis desaparece por sí sola. La administración de un analgésico, como la aspirina o el ibuprofeno, alivia el dolor. Aunque la flebitis mejora en cuestión de días, pueden pasar varias semanas antes de que las irregularidades de la vena y la sensación de dolor desaparezcan por completo. Por ello, para proporcionar un alivio precoz, el médico puede inyectar un anestésico local, extraer el trombo y luego colocar un vendaje de compresión, que deberá llevarse durante varios días.
Cuando la flebitis superficial se produce en la ingle, donde la vena superficial principal se une a la vena profunda principal, el trombo puede llegar hasta el interior de la vena profunda y desprenderse. Para prevenir esta situación, algunos cirujanos recomiendan una intervención urgente para atar la vena superficial. Generalmente, este tipo de cirugía se efectúa con anestesia local y sin que sea necesario ingresar en el hospital; las actividades habituales pueden reanudarse enseguida.