Conoce la consecuencia del sexo anal


Aunque el sexo anal es una de las alternativas dentro de las relaciones de pareja, algunos ginecólogos y médicos están altamente preocupados por esta practica, pues están encontrando de manera mas frecuente a mujeres que consultan por no tener control de esfínteres o presentar problemas de infecciones recurrentes en la zona del ano y al ser interrogadas ellas han manifestado que las relaciones sexuales mas frecuentes que tienen son las anales, pues sus parejas las prefieren.Esto ha llevado a identificar que las parejas sobre todo adolescentes, o adultos jóvenes, están usando la penetración anal como una forma de prevenir el embarazo y están generando problemas físicos y de salud en la mujer que además son de difícil manejo medico.

Muchas mujeres, aceptan la penetración anal, como una forma de mostrarse dispuestas para su pareja y son penetradas sin ningún tipo de preparación física, lo que trae altos grados de dolor por la resistencia que se genera e insatisfacción por las reacciones de la pareja y la situación en si misma.
Al convertirse en una practica común y frecuente se dan consecuencias sobre el músculo y esta práctica continuada y sin técnica apropiada lleva a que el ano se dilate de manera permanente y no vuelve a su posición original, lo que trae problemas a muchas mujeres, en términos de presentar infecciones frecuentes por heridas, dolor constante por desgarres musculares, problemas en la evacuación o llegar con el tiempo a perder el control de esfínteres porque el músculo no logra reacomodarse y tener que usar pañales de manera constante, todo por falta de precaución y manejos apropiados en dicha practica.
Además de las consecuencias fisiológicas, también se dan algunas en términos psicológicos, pues al no usarse una técnica apropiada, la mujer no logra el orgasmo y crea grandes niveles de insatisfacción que con el tiempo la llevan a la irritabilidad o el desinterés en las relaciones sexuales y si a esto se le suma la incomodidad que se puede generar por considerarlo una practica vedada o por no considerarla normal, y el afianzar un alto grado de vulnerabilidad al no ser consensuado puede generar rechazo y falta de deseo.
El coito anal, consiste en la introducción del pene por vía anal, históricamente se ha usado como un mecanismo para preservar la virginidad y evitar embarazos indeseados, con el tiempo se convirtió en una práctica erótica y una variante sexual.
El ano, al igual que la vagina, tiene terminaciones nerviosas sensibles y que pueden generar una gran dosis de placer o dolor si no se usa una técnica apropiada.
Para realizarla se requiere un buen grado de conocimiento de la pareja, intimidad, confianza, y comunicación además de contar con mecanismos que permitan una adecuada lubricación, caricias que permitan dilatación paulatina, poder generar un buen grado de excitación en la mujer, y que el hombre cuente con la capacidad de ser paciente y cauteloso dado que no puede moverse tan enérgicamente como lo haría durante el coito vaginal porque corre el riesgo de dañar tejidos muy delicados.
Cuando se realiza, la mujer debería controlar el ritmo y la profundidad de la penetración, sin embargo en muchas ocasiones, esto no es tenido en cuenta y se generan problemas como rupturas de tejidos y la dilatación excesiva del ano. Para evitar el dolor lo ideal es ir acostumbrando la zona a trabes de caricias manuales y masajes. Esto permitirá que se relaje el esfínter y se de una dilatación espontánea.
Cuando se da esta practica de manera constante y con alta frecuencia se generan gran cantidad de problemas médicos. Es importante tener en cuenta que el esfínter es un músculo que en su parte interna, tiene reacciones reflejas (involuntarias) que permiten que se contraiga o relaje. Consta de dos músculos en forma de aro circular, ambos flexibles y relativamente fáciles de dilatar, pero que se diferencian entre si en que el exterior es el que se puede controlar de manera voluntaria, mientras que el esfínter interno reacciona mediante impulsos reflejos y es el que más “problemas” puede dar, si en el momento de la penetración digital o del pene dado que tiende a contraerse dificultando o impidiendo cualquier tipo de penetración, o convirtiéndola en algo doloroso.
Es importante que las parejas tengan en cuenta que el recto no está diseñado para ser penetrado y no puede soportar encuentros sexuales sin sufrir daños, la técnica sexual implica entender que el esfínter es un músculo y esta diseñado para ofrecer resistencia por lo cual es importante que la mujer este muy relajada, en esta zona no hay lubricación natural, por lo que deberá ser utilizada vaselina, cremas o gel lubricante no irritante, esto se hace con los dedos o con la cabeza del pene, en un jugueteo no penetrativo, que permita ir adaptando la zona para relajarla y dilatar el recto.
Después se puede realizar la penetración de manera cuidadosa y suave, paulatina, teniendo en cuenta que si se origina dolor, el movimiento debe ser detenido hasta que este ceda, es posible que al intentar la penetración se de resistencia y allí el hombre tiende a empujar mas fuerte, lo que genera desgarros y sangrados en la mujer.
Nunca penetrar contra la voluntad de la pareja. En ocasiones hay resistencias o negativas a hacerlo por el dolor, preceptos morales o religiosos, o porque no resulta placentero. El sexo anal puede ser una alternativa que produzca grandes satisfacciones eróticas y sexuales. Sin embargo los médicos aconsejan incluirlo como una variante que implique todos los niveles de cuidado para no generar consecuencias adicionales.